Insomnio, como afecta nuestra salud dormir menos de 6 horas diarias

El Insomnio se caracteriza por dificultades para iniciar y mantener un sueño reparador en el descanso nocturno, lo cual afecta a nuestro cerebro. Esto repercute de forma directa en nuestro organismo, ya sea afectando estados emocionales, o dejando huellas en nuestra capacidad física para afrontar las labores diarias.

El insomnio puede manifestarse de diferentes maneras, como dificultad para conciliar el sueño por más de 30 minutos, no poder mantener un sueño prolongado produciéndose despertares nocturnos de más de 30 minutos de duración o despertar definitivamente sin conseguir el total de horas de sueño adecuadas amaneciendo cansados.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un adulto normal debe dormir entre 7 y 8 horas cada noche para obtener un descanso óptimo, tanto físico como mental. Es completamente erróneo pensar que dormir sea una pérdida de tiempo y que el sueño sea considerado “tiempo muerto”, ya que en esta fase se producen procesos importantes  para mantener el cuerpo saludable y tan solo con pasar una noche sin dormir, puede originar pérdida del tejido cerebral. Además entre otras patologías asociadas al insomnio, se destaca la alteración que éste produce en los procesos de limpieza del cerebro de sustancias tóxicas que están relacionadas con enfermedades tipo Alzheimer, que tienen lugar en la fase del sueño. Es decir, no dormir bien rompe los mecanismos que nos protegen de las enfermedades mentales.

Las causas del insomnio, pueden ser médicas, asociadas a enfermedades como por ejemplo del tipo metabólicas, neurológicas, hormonales, entre otras. Así también como factores ambientales externos que influyen de forma negativa, como malos hábitos del sueño, trabajo por turno, o preocupaciones excesivas, entre otras causas.

Para romper el círculo de factores que están contribuyendo con el insomnio, se recomienda reducir actividades que interfieran el sueño, como el uso de celulares a la hora de acostarse y regular el horario de acostarse y levantarse. También el control de las preocupaciones excesivas y el malestar emocional que puede producir no dormir bien.

Referencias: laverdad / lamenteesmaravillosa / institutodelsueño