El Hígado, un amigo trabajador que a veces requiere nuestra ayuda

El multifacético hígado, también necesita ayuda

Trabaja silenciosa y diligentemente para mantener todo en orden y para ello desarrolla múltiples tareas…estamos hablando del hígado y su multifacética tarea, incluso otros órganos dependen de su desempeño; continuamente debe convertir   sustancias que son tóxicas, en menos dañinas y lograr su eliminación.

Para la salud en general, es fundamental que el hígado se encuentre en condiciones óptimas y funcione correctamente, pero también se cansa  y  espera  ayuda; no siempre somos tan conscientes de nuestra contribución, sin saberlo nuestros hábitos alimenticios y de salud, influyen tanto  positiva como  negativamente; sobre todo cuando incorporamos colorantes, conservantes entre otros; recargándolo o incluso exponiéndolo  a toxinas desconocidas, con el consiguiente enlentecimiento de sus funciones. Esas toxinas  al permanecer por   más tiempo en  el sistema circulatorio, van alterando el funcionamiento de otros procesos  subyacentes; influyendo significativamente en el  sistema inmune, provocando alteración y mal desempeño, así como  trastornos digestivos, hepáticos, alérgicas alimentarias, entre otras;  en general un desequilibrio a nivel sistémico.

Pero ¿nuestro hígado es afectado solo por nuestra alimentación?

Muchas sustancias que vienen del exterior, como alimentos con aditivos  o medicamentos  intoxican nuestro organismo, pero el cuerpo en su propio metabolismo genera toxinas,  tales como residuos hormonales y bacterianos de los cuales también se hace cargo el sistema hepático.

Ya lo decíamos, el hígado tiene una tarea multifuncional, pero en  su labor  detoxificadora, despliega un  mecanismo que bien vale la pena describir, aunque sea de manera concisa. Existen tres sistemas básicos de eliminación de toxinas:

1)  Filtrar la sangre.

2) Secretar toxinas en  la bilis que van a depositarse en la vesícula biliar esperando el proceso de digestión, para luego eliminarse en las heces.

3)  Sistema enzimático de detoxificacion, este último sistema hace todo lo posible por convertir toxinas liposolubles en hidrosolubles para su rápida eliminación.

Entre las toxinas liposolubles (se disuelven en grasa) se encuentran aquellas que el propio organismo desecha (endotoxinas), además de las que ingerimos como alimentos, medicamentos; luego están las del tipo hidrosolubles (se disuelven en agua) que se eliminan a través del sudor y la orina. No podemos dejar de mencionar que, entre las fases de convertir toxinas liposolubles a hidrosolubles, hay una fase intermedia llamada derivados oxidados, también conocida como radicales libres que, siendo parte del proceso normal de metabolización, no dejan de ser destructivos para el organismo. Todo este proceso, no podría llevarse a cabo sin la colaboración de un conjunto de enzimas, cuya participación es esencial y muchas veces depende  de  la  capacidad heredada,  puesto que  habrá personas que tienen más o menos enzimas hepáticas, que harán la diferencia al momento de llevar a cabo su proceso metabólico.

¿Existen  recursos desde la medicina natural  que  apoye al hígado en sus fases de eliminación de toxinas?

Las prácticas tradicionales de origen  herbal, nos han acompañado desde tiempos inmemoriales hasta nuestros días, con avances reveladores   de sus propiedades medicinales en la medida que se han ido identificando, normalizando y estandarizando sus principios activos; entre las cuales podemos mencionar Lycopodium, diente de león, alcachofera, entre otros,  apoyando específicamente la fase de metabolización de aquellas toxinas liposolubles. Ahora para neutralizar radicales libres será oportuno  la utilización de antioxidantes, tales como  vitamina C, selenio y alimentos de hojas verdes. Y  en el  proceso de eliminar toxinas hidrosolubles será ideal que nos ayudemos con alimentos azufrados como el ajo, también cebolla  o coenzimas del grupo vitamina B o minerales.

Mención especial es Nux vómica, un medicamento natural que actúa como   facilitador de prácticamente la totalidad de  las fases  de  desintoxicación.  Se  obtiene de las semillas de la nuez vómica, un árbol del sudeste asiático,  para utilizarlo en microdosis de acuerdo a la  farmacología natural. Nux vómica demuestra una gran eficacia  para tratar  aquellos síntomas producto de afecciones hepáticas,  asociadas a cuadros de constipación, flatulencias, meteorismo, gastritis y colon irritable. Por  sus notables propiedades como antiinflamatorio  y colaborador de  la función del hígado, sin duda se convierte en el detoxificador natural por excelencia.

El hígado es suficientemente competente, sin embargo podemos ayudarlo, consumiendo menos toxinas y facilitando sus procesos mediante la utilización de vitaminas, suplementos minerales y por su puesto con todos aquellos medicamentos de origen natural que la farmacología nos pone a disposición.