Para nadie es desconocido que estamos en una situación totalmente nueva, ¿quién estaba preparado para un confinamiento en nuestras casas?, que ha venido a cambiar ese orden al que estábamos acostumbrados, surgiendo factores que no teníamos considerados, con la inminente sensación de descontrol y en muchos casos con sintomatología ansiosa y depresiva.
Continuamente escuchamos decir que de las crisis se sacan los mejores aprendizajes y no cabe duda que así será, pero solo lograremos entenderlo como una verdadera oportunidad, cuando podamos recobrar esa sensación de control. Todos aquellos que se han visto obligados a mantenerse aislados o interactuando en un mismo espacio y rutinas no habituales, seguramente estarán experimentando nerviosismo, tensión e inseguridad, lo que es absolutamente natural, pero en desmedro de un sano estado psicológico. A la preocupación por la supervivencia física y económica debemos agregar la afectación en el estado emocional, como consecuencia al distanciamiento, confinamiento e incertidumbre que nos rodea, experimentando una mayor vulnerabilidad que invade nuestras vidas.
¿De qué manera manejamos la ansiedad ante el confinamiento?
Ante el escenario que estamos expuestos por la crisis sanitaria actual, no es extraño que estemos evidenciando un aumento de trastornos psicológicos en todo su esplendor, expresados en desconcierto, preocupación, ansiedad, angustia, cierto pesimismo, desgano, apatía e irritabilidad entre otros. Es importante considerar que mucha de esta sintomatología es absolutamente necesaria y adaptativa, pero no podemos permitir que condicione nuestras vidas; para ello resulta esencial ejercer control de nosotros mismos, pensando en que si mi salud depende de mis cuidados, eso es lo importante.
Afrontamiento en tiempos de incertidumbre
Sin perder de vista la situación actual, resulta oportuno cultivar pensamientos más positivos, cambiando un “soy un prisionero” por un “me quedo en casa porque soy responsable”, esto contribuye a la percepción de control, tan necesario para sentirnos seguros. Hay una infinidad de cosas que podemos hacer ahora desde nuestro limitado contexto. Tenemos que trabajar en dar un sentido de orden a nuestros días, estableciendo rutinas que nos hagan sentir confortables; es importante comprender que lo que hagamos hoy, será determinante en nuestra salud mental cuando hayamos pasado esta crisis.
¿Cómo hacer que la convivencia familiar en cuarentena, no genere mayor estrés?
Otro tema que preocupa en estos días, es la convivencia familiar en confinamiento, pudiendo ser causante de estrés, ansiedad y otros trastornos nerviosos. Poner en práctica algunas de las siguientes acciones hará de esta situación, una experiencia más gratificante y constituirán factores de protección intrafamiliar.
- Desarrolle comprensión y empatía con cada miembro de la familia, respetando las distintas maneras de percibir e interpretar la cuarentena
- Limite y filtre las fuentes de información proveniente de noticiarios, diarios, etc.
- Aproveche de ordenar aquello que ha estado pendiente en casa
- Si estamos en teletrabajo, establezca un horario de trabajo
- Escoja lugares diferentes para trabajar, comer, jugar, dormir, etc.
- Establezca tiempos de descanso, realizando actividades reconfortantes
- Evite quedarse en cama y no abuse de las redes sociales tecnológicas
- Aproveche de reforzar lazos afectivos mediante juegos, tardes de diversión o simplemente permítanse hacer nada.
- Procure alimentarse sanamente y dedique tiempo suficiente para buen dormir.
- Mantenga redes de comunicación con el resto de la familia y amistades.
- Establezca reglas adaptables
- Mantenga un orden flexible
Medicamentos naturales frente a la aparición de sintomatología ansiosa
Aludiendo al conocido dicho “más vale prevenir que curar, y cuanto antes mejor”, estaremos evitando que la ansiedad, nerviosismo, angustia y en general el estrés “se conviertan en el invitado de piedra” en esta situación causada por el renombrado coronavirus.
En la mayoría de las ocasiones los trastornos nerviosos requieren de una individualización de casos; no obstante existen medicamentos naturales que manejan un gran número de síntomas y constituyen un arsenal terapéutico debidamente validado, seguro y eficaz, para prevenir y tratar síntomas leves a moderados de ansiedad, trastornos del ánimo, apatía, desgano, irritabilidad, insomnio entre otros.
Entre los principios activos de origen natural podemos destacar:
Alfalfa con gran aporte de vitaminas del grupo A, D, E y K, aportando sensación general de bienestar. Alfalfa ayuda a dormir mejor, induce un sueño tranquilo y reparador, y en molestias digestivas de origen nervioso disminuyendo distención abdominal, dispepsia a causa de colon irritable.
Otra fuente natural, llamada Ignatia está indicada para estabilizar trastornos de origen emocional, de gran utilidad en estados de apatía, alteraciones anímicas, llanto incontrolable y depresión moderada. Ya sea como monoterapia, en combinación o como soporte psicoterapéutico, los medicamentos naturales son la solución para esos trastornos nerviosos que amenazan con superarnos.
Autor (a) : Silvia Donoso , Psicóloga Clínica.